viernes, octubre 14, 2005

Novilunio

Ven y sube a lo alto de mi escalera. Sigue el canto de la lechuza, no te enredes en las ramas de las mimosas, no te pinches con las puntas de las estrellas y así finalmente atravesarás el manto de nubes y encontrarás a la noche cara a cara. Descubrirás que los lobos nos convertimos en hombres durante las noches de luna nueva y que la única plata que nos hace daño es la quemada. Si encuentras mi desván en lo alto del último pico te dejaré entrar aunque no llames a la puerta pero te obligaré a descalzarte, te dejaré jugar con los peces que nadan en mi boca y con mis otros espectros de compañía y, cuando nos aburramos de romper lo ya roto, haremos un collage con lo trozos de tu corazón; te dejaré algunos del mío para darle más color. Cuando bajes al amanecer te avisaré de que mi desván cambia de posición cada noche, que unas noches descansa en Tánger y otras en Saigón, y te aconsejaré que no me intentes buscar, que mañana volveré a ser lobo.

Hoy suena a... Joan Manuel Serrat - De vez en cuando la vida



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?