domingo, enero 02, 2005
Polvorón polvorón
Era un día de mayo, como solían empezar nuestras buenas historias cuando éramos jóvenes fuera el mes que fuera.
El amanecer al fondo de la avenida era increíblemente bello, extrañamente bonito, como si supiera que tenía que ser mejor por ser el primero.
Un sol anaranjado entre palmeras convertido en final de montaña rusa por la perspectiva de la calzada.
El amanecer dentro de mi cabeza era químico y hormonal y presagiaba un atardecer lejano.
Estaba rodeado de belleza e inmerso en ella y extrañamente en mi lugar.
El alcalinotérreo estaba tan empapado en alcohol primeras marcas que no aceptaba la culpabilidad de mi repentina falta de alienamiento, igual que las horas de vigilia no pueden aceptar la de mi ilegible verborrea a estas horas de la mañana.
Y así le grité al mundo que este año no pensaba ir con las manos en los bolsillos sino con los puños levantados.
Hoy me siento...
Hoy suena a... Duran Duran - Ordinary world