martes, marzo 08, 2005

Frutos navega hacia Madagascar

El sol hoy brillaba. Todo me importaba una mierda y andaba pensando en las gilipolleces de costumbre, en esas mismas gilipolleces que tanto os joden, cabrones. Pensaba en las voces que se callaron antes de tiempo, desde las famosísimas estilo Janis Joplin o Kurt Cobain hasta las que nadie por aquí llorará al estilo Nick Drake o Elliott Smith; pensaba que si los barcos tuviesen alma el Exxon Valdes estaría en el infierno y el Rainbow Warrior en el cielo; pensaba en el patético modo random de mi reproductor de mp3, que había hecho sonar dos veces seguidas la secuencia The Pixies -'Where is my mind?' y David Bowie - 'The man who sold the world'; pensaba en el coste de la vida y todas esas memeces; pensaba en que cuando alguien me dice que no se droga me río y me dan ganas de requisarle los antidepresivos; y sobre todo pensaba en la putada de que hayas traspasado la línea de la amistad, maldita sea, que te has colado en mi vida de puntillas y sin avisar, que yo quería mirar bajo tu falda y no dentro de tu corazón. Que yo no te quería como amiga, joder, y que ahora no te puedo mirar de otra manera. Que ya que entro en contacto con mi lado femenino podría ser para vivir unos años más y no para que me saliera el jodido "sólo amigos" de la boca. Que me has acabado cayendo bien y yo no quería que me cayeras de ninguna manera. Que sabes qué: que ni amigos ni hostias. Que no me sonrías nunca más. Que no quiero volverte a ver. Que no, que a tí te lo digo, que no te sientas identificado con esto que no tienes ni puta idea de lo que estás hablando. ¡Y que vaya mierda de sol!

Hoy me siento...
Hoy suena a... The Pixies - Where is my mind? / David Bowie - The man who sold the world



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