lunes, marzo 14, 2005
Perfume
Estás de pie, rodeado de gente.
En el autobús, en una escalera mecánica, en un ascensor.
Distraído, escuchando música, observando el paisaje.
De repente, algo llega y te ataca, como esos espectros de las películas de ciencia ficción de los años setenta.
Es un perfume, una colonia, un desodorante, un aroma.
Y es tambien un codo apoyado de una determinada manera, un dolor en una parte concreto del cuello, unos ojos parecidos a.
Patrick Süskind
Todo se junta, en un puntito en un lugar de tu cabeza, y en un parpadeo recuerdos brotan en tu mente, como césped que se marchita justo tras nacer.
Nombres, situaciones, posturas, lugares.
Vuelven a tus ojos, a tus oídos, a tu boca, a tus labios.
Viajas en el tiempo al pasado y eres arrebatado de vuelta al presente antes de que puedas determinar qué ha ocurrido.
Has encontrado el olor del tiempo, del recuerdo cuando fermenta y se convierte en historia.
Hoy me siento...
Hoy suena a... The Decemberists - Sixteen military wives
En el autobús, en una escalera mecánica, en un ascensor.
Distraído, escuchando música, observando el paisaje.
De repente, algo llega y te ataca, como esos espectros de las películas de ciencia ficción de los años setenta.
Es un perfume, una colonia, un desodorante, un aroma.
Y es tambien un codo apoyado de una determinada manera, un dolor en una parte concreto del cuello, unos ojos parecidos a.
Patrick Süskind
Todo se junta, en un puntito en un lugar de tu cabeza, y en un parpadeo recuerdos brotan en tu mente, como césped que se marchita justo tras nacer.
Nombres, situaciones, posturas, lugares.
Vuelven a tus ojos, a tus oídos, a tu boca, a tus labios.
Viajas en el tiempo al pasado y eres arrebatado de vuelta al presente antes de que puedas determinar qué ha ocurrido.
Has encontrado el olor del tiempo, del recuerdo cuando fermenta y se convierte en historia.
Hoy me siento...
Hoy suena a... The Decemberists - Sixteen military wives