Viene a ser Biyu

Salta el charco, Cristobal, salta el charco. Sórbete los mocos y quítate el barro de la frente. Ráscate los picotazos de mosquitos del antebrazo y traga saliva. Quítate las espigas de trigo que se te han pegado a los cordones de las zapatillas y que tan extrañas quedan junto a los juncos. Respira rápido, Cristobal, rápido y hondo. Siente cómo se acelera tu corazón. Que esa moradura en la rodilla no es nada, que la postilla de la otra te durará hasta el final del verano. Mira a esa chica a la que besarás torpemente en Agosto y a tus amigos apoyados en sus GH y sus Orbea multicolor. Vamos, renacuajo, toma toda la carrerilla que quieras y no te preocupes por nada. Que los codos pelados por resbalar por terraplenes son más bonitos que los quemados por estudiar. Vamos, Cristobal, salta, salta, salta. Haz lo que quieras pero no desperdicies ni un rayo de este sol de Julio.



Hoy me siento...
Hoy suena a... Death Cab For Cutie - Expo '86

One baby to another says I'm lucky to have met you
I don't care what you think, unless it is about me
It is now my duty to completely drain you
A travel through a tube, and end up in your infection

Chew your meat for you
Pass it back and forth
In a passionate kiss
From my mouth to yours
I like you

De vez en cuando me dan suspiros al darme cuenta de que no tengo constancia de que nadie haya estado nunca enamorado de mí. Durante casi todo el tiempo lo asumo como normal y sigo con mi vida, ya que siendo como soy una persona muy poco enamoradiza me parece lógico que todo lo que la gente ha sentido hacia mí se reduzca a lo mismo que yo he sentido hacia ellos. No das, no recibes. Punto.

Pero a veces me atormenta, ¿sabeis?, porque tambien es cierto que cada vez que he sentido algo fuerte lo he abrazado incondicionalmente y sin miedo. No sé, no sé, tal vez el suspiro de hoy tenga que ver con que sea domingo, con que esté agotado despues de haber trabajado los siete días de la semana y con que... bueno, no sé, no me gusta lloriquear en público, y aún más cuando sé perfectamente que no tengo razón. Que no tengo más que excavar un poquito para ver dos o tres casos de mujeres que me han querido incondicionalmente, aunque hayan tenido la desgracia de no haber sido correspondidas. Tal vez no sea cuestión de dar y recibir, sino de dar y recibir a la vez, ¿no?

En fin. Será mejor que deje de pensar, compre algo de ajo para los vampiros emocionales, y que siga mordiendo aquí y allá. Se pasa mejor.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Nirvana - Drain you

¡Queredme!

Hey, no pasa nada. Yo tambien me siento muy tentado a llamar la atención y exigir que me hagan caso de vez en cuando. Es un viejo vicio que aún no me he quitado de encima por completo, el de esta forma primaria de chantaje emocional. Estoy mal, hacedme mimos. Lloriquear como un bebé esperando que te arropen, comportarse como un cachorrillo para despertar el instinto de proteccion de los demás. Ahora por lo menos me siento patético cuando hago algo así.

Bijou le Chat se ve a sí mismo como el perrillo de ahí arriba, maulla con desgana, bosteza mientras se estira, suelta un par de zarpazos con poco convencimiento y se cambia de sillón, sólo porque no le gusta que le hayan dejado en él para que duerma. Que una cosa es que le falte iniciativa y otra que espere junto a la puerta con la correa entre los dientes.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Decemberists - Odalisque

¿Malvado? Quién pudiera ser malvado, amigo mío. Mucho peor que ser villano es ser personaje incidental, extra sin remunerar, figurante del fondo, tercer romano, árbol número dos. No ser héroe, ni antihéroe, ni galán ni truhán: sólo un simple accidente del destino, una nota a pie de página, una anécdota, un "ah, sí", un "ya ni me acordaba". Haber sido concebido por accidente, nacer por error, sobrevivir por casualidad, entrar en tu vida por azar y salir de ella por igual. Sin huella, sin mancha, sin rastro. Ser él o ser ella mi amante, mi padre, mi amigo, mi sol, mi luna, mi enemigo, mi maestro, mi némesis, mi amor, y yo sólo un mero accidente que numerarán y archivarán en base a criterios impersonales. Ni víctima ni esclavo, ni conquistador ni revolucionario: sólo cáctus de cartón o ángel sujetando la pancarta sobre el portal de Belén. No digno de mención ni en el más detallado de los resúmenes. ¿Secundario, dices? Quién pudiera ser secundario.

Pero aún así son los accidentes los que matan a estrellas, y no al revés, hermano mío. La sorpresa viene siempre del lado más impredecible, y no al contrario. Ser un gorrioncillo hijo del caos te da una perspectiva vital que ninguna de esas grandes estatuas de mármol podrán jamás conocer. Porque ellas durante la noche piensan en quién pudiera ser personaje incidental para así finalmente volar libre...

Hoy me siento...
Hoy suena a... Luis Eduardo Aute - Las cuatro y diez

Si Hubbert Spandau hubiera existido y vivido en el siglo XVIII seguramente habría formulado su teoría sobre el alma y la mente. Spandau habría dicho que el alma humana viaja a través del tiempo, que cuando recordamos no hacemos sino viajar mentalmente al pasado y que nuestra mayor o menor capacidad para hacerlo es la razón de que nuestros recuerdos sean más o menos claros; que cuando imaginamos nuestros futuro realmente oteamos nuestra infinidad de futuros posibles, y que aquellos con muchísima capacidad para hacerlo han sido llamados profetas y videntes en tiempos pasados.

Si Hubbert Spandau hubiese existido, hoy seguramente me habría encontrado por primera vez con esa teoría y hoy la habría considerado cierta, al menos secreta e internamente. Porque hoy navego entre un mar de recuerdos y de incertidumbres, hablo con fantasmas que han sido o que serán, y pienso en ese futuro que parece un pomelo a punto de estallar y que tanta cara de pasado tiene. Porque hoy sólo me une al presente un etéreo cordón plateado, mientras mi mente se pierde entre el fuí y el seré.

Es una pena que Hubbert Spandau nunca haya existido.

The What-If-inator

Hoy me siento...
Hoy suena a... Nick Drake - Road

La gente no me va a creer, pero hace una hora viendo Canal + codificado he visto una mujer con el pelo hecho de humo. Tenía los ojos grandes, la piel pálida y la frente amplia, y su melena gris se disipaba con el viento, pequeñas volutas de cabello blanco moviéndose fuera de cuadro. Miraba hacia el frente, y su cara titilaba como la llama que seguramente era. No sé si tras las líanas de la codificación se escondía una velita cuadrada que mi mente ha convertido en mujer ardiente, o si lo que espiaba tras ellas era una muchacha de pelo rubio, rubio ceniza evidentemente. El plano ha sido largo, interminable, y me he quedado absorto contemplándolo como quien mira a una hoguera, hasta que por fin me he sentido idiota, he vuelto a desenchufar mi creatividad y he continuado mi inconsciente zapping.

Hack your way out of writer’s block

Hoy me siento...
Hoy suena a... Mogwai - I know you are but what am I?

La AHPM (Asociación de Hijos de Puta Muertos) es una organización no gubernamental escasamente conocida, pero que no por ello debemos dejar de lado. Hoy celebra una de sus fiestas mayores y por ello les dedicamos este espacio. Felicidades, amigos.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Joaquín Sabina, Alberto Pérez y Javier Krahe - Adivina, adivinanza

Hablo de la pata, claro. Llevo desde finales de verano sintiéndome culpable, porque fue entonces cuando me convertí en el chico que deja de devolverte las llamadas, ese precioso cliché existencial en el que nunca me había visto. Ya, ya: tú lees esto y dices: "Pero qué gilipollez. Ni que la hubieras dejado frente al altar". Pues oye, qué quereis: yo siempre me había sentido orgulloso de haber esquivado las (escasas) situaciones de casi mejor que ni me toques con cuidado y estilo, pero esta vez me porté como un bulldozer en una cristalería.

Y tiene gracia, porque mi anterior pareja me había prácticamente exigido que fuese bueno con esta chica y que no le hiciese daño; no sé, no sé que percibió para salir con una frase así, pero resultó profético. Pensar que un simple mensaje de texto fue lo que desencadenó mi huída hace que el tema resulte algo surrealista; cierto, días antes había estado hablando con mi mejor amigo del tema y fue él quien me hizo ver que me estaba agobiando. No lo digo para esquivar responsabilidades, ¿eh?, sólo para que entendais que era un tema al que le daba vueltas. Así que desaparecí. Hice puf. Metí la cabeza en la arena como el avestruz y me convertí en lo que siempre he odiado, y no tengo excusa. Me dijeron "te mereces algo mejor" y me lo creí. Ni siquiera sé si cumplí la promesa de no hacerle daño, porque no me quedé para verlo.

Sale el tema porque ayer se lo conté a Little J durante una de esas conversaciones masculinas que tanto nos gustan a los hombres y el chaval pareció muy ofendido, y teniendo en cuenta la de burradas veraniegas que le he confesado a mi amigo pues ahora me siento como Hitler. No lo dudo, sé que algún día tendré que rendir cuentas. Si es que ser cobarde y con conciencia es una combinación peligrosa...

Hoy me siento...
Hoy suena a... Placebo - Protege Moi

Martes 16
El HTML es muy desagradable pero leyéndome sus especificaciones veo que tiene funciones que jamás habría imaginado. Me recuerda a alguien que conozco.
Status Quo - Whatever you want

Miércoles 17
Ya os he dicho que disiento, pero sólo en parte. Cierto, el hombre piensa con la polla, pero esto sólo representa un 10% de nuestra capacidad mental. Claro que siempre se ha dicho que el hombre utiliza sólo un 10% de su capacidad mental...
Julieta Venegas - Tiempo suficiente

Jueves 18
<< Es una pena que se tarde tanto en crecer, porque seguro que cuando sea mayor me olvidaré de todo lo que me han hecho y no me acordaré de vengarme >>. Cosas que nunca te dije. El viernes la ví. La recordaba muchísimo mejor, claro que la primera vez estaba drogado, digo enamorado. Cristales con que se mira...
Crowded House - Four seasons in one day

Hoy me siento...

Es extraño, pero al final del camino Frutos exigirá disculpas. Digo que es extraño porque Frutos nunca ha sido especialmente rencoroso; bueno, tal vez un poco, y tal vez no sea alguien completamente intachable, eso es cierto, pero siempre le he tenido por buena gente. Mi querido amigo cree que es la única manera de hacer que todo cuente. Que ya que no se pueden mover hacia atrás las manecillas del tiempo y que lo único que se pueden exigir son buenos modales, que por narices los va a exigir.

"¡Vamos!", me decía, "una cosa es que no pueda exigir restitución al estilo medieval pero, ¿crees que me voy a conformar con un 'aquí no ha pasado nada'? No, amigo, no. Lo que no cuesta algo no se valora, eso es evidente, y mi perdón ya está lo bastante devaluado, que parece que vaya por ahí dando gracias a todos los que me han jodido a lo largo de mi vida. ¡Y ya está bien! Mucho cachondeo ya se llevan todos conmigo, que no sólo estoy siempre puteado sino que encima soy yo el que va siempre pidiendo 'perdón perdón porfaplís'. ¡Que no, coño, que no!". Y bueno, yo, que siempre me he sentido muy unido al pequeño Frutos, pues he estado de acuerdo. Y le he pedido perdón, por si acaso.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Depeche Mode - Enjoy the silence

Cómo me gusta. Me encanta que me describan en veinte líneas, que sepan cuando me he entregado a algo. No me molesta ni me hace sentirme desnudo, me hace sentir bien. Que sepan que ahora mismo me siento raro; ni bien ni mal, sino fuera de lugar. Todo ello por culpa de una respuesta emocional intensa, extraña, inesperada, repentina. Sentimientos extraños que no anticipamos y que llegan con fuerza, pero no como una violenta explosión sino más bien como una lenta inundación de ácido: corroen todo lo anterior con un suave siseo y se quedan ahí. Derriten costumbres que de repente resultan inútiles y que se han convertido en corsés. Se llaman positivos pero vienen matando.


"Empathy", de Vladan Ignatovic

Me gusta que sepan que he estado pensando en mi propia reacción durante tiempo. Ahora me aconsejan moverme a través de las emociones. Me piden dejarme llevar, podarme y dejarme crecer como persona, saber que a lo largo del camino alguien compartirá esta sensación. Algún día.

Me encanta que exista gente así.

Feliz semana que empieza.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Blur - Clover over Dover

Estoy en el autobús, centro de mi vida durante las últimas semanas, único lugar donde parezco poder tener tiempo para pensar. Voy en una línea rara que no suele estar excesivamente concurrida (42). Leo a Bolaño (Nocturno de Chile) y escucho a The Pixies (Surfer Rosa). De pie frente a mí mirando al infinito una chica con chandal de tactel (del barrio, de mi calle, de toda la vida). A su lado un muchacho de pelo rizado y ojos azules (de la escuela, de un año menos que yo, con el que me he cruzado ya en dos entrevistas de trabajo). A mi lado una mujer mayor que mira por la ventana (y que es familia de los vecinos que tenía cuando vivía en el Picarral). Detrás de mí un hombre de aspecto rockero vetusto (al que veo muchas veces en la taberna medieval de mi barrio). Y dos pasos más allá una guapísima chica de pelito corto que me mira con cara pensativa (porque no recuerda que íbamos juntos al mismo instituto).

(Bienvenido a Zarapueblo. Población: los de siempre)

Hoy me siento...
Hoy suena a... The Pixies - Where is my mind?

Me preparo para salir de casa y elijo vestuario. En mi cabeza, vagamente, se forman dos posibilidades. Elijo el primero de ellos de manera prácticamente arbitraria: cazadora de cuero negro, jersey negro de cuello alto, pantalones negros, zapatillas oscuras, pelo recogido en pulcra coleta, afeitado meticuloso. Antes de salir de casa pienso en cuál era el segundo traje posible: chaqueta con parche militar, sudadera de Nirvana, blue jeans raídos, zapatillas grises, melena al aire, barba de cuatro de la tarde. El opuesto, vamos, y he elegido el primero sólo porque los pantalones negros son los primeros que he encontrado.

¿Qué creeis: que soy desenfadadamente informal o que no tengo ni miaja de estilo?

Hoy me siento...
Hoy suena a... Super Furry Animals - Hometown unicorn

Marco Sampietro habría sido un personaje gris cualquiera de la Zaragoza del siglo XXI, un hombrecillo que viajaba en autobús mañana y mediodía, mediodía y noche, que usaba anteojos decimonónicos y que recordaba lejanamente a un ratón de biblioteca de grabado medieval. Pero Marco Sampietro no podía ser alguien normal, no podía serlo porque tenía un oficio muy extraño. Y es que Marco trabajaba creando frases, frases para la gente que no tenía frases. Construía sentencias a partir de las palabras que se le caían a la gente y se las soplaba en el oído sin que nadie se diera cuenta. Era un arquitecto como pocos había habido, y se sentía orgulloso de la habilidad que la práctica le había otorgado. Tal don no le había sido dado por ninguna divinidad ni tenía ningun oscuro paralelismo mitológico. No había habido chispas ni anunciaciones, que eso sólo ocurre en los libros, y sólo cuando su edad se puede contar en siglos. Simplemente había ocurrido.

Marco se arrastraba frente al Paraninfo y pasaba al lado de un muchacho. Sus ojos se centraban en la enorme cantidad de consonantes que caían de su entreabierta boca. Frente a él una chica de mirada feroz y sonriente. El chico con cara triste y derrotada, incapaz de responder. Sólo él veía cómo caían las letras de la boca del chico, algunas de ella incluso en forma de palabras.

Me dejas...

Tirar al río...

Marco sacudía la cabeza, se guardaba sus gafillas, suspiraba, recogía las sílabas con mimo y decidía qué hacer con ellas, pues su trabajo no era por encargo sino por pura vocación. Esta vez había decidido proporcionarle una honda a David, algo que le gustaba casi tanto como recortar declaraciones de amor. Pegaba las palabras, con cuidado de no poner pegamento más que en las pestañas, porque las letras tambien tienen pestañas aunque no las veamos. Y las sílabas troqueles, pero eso ya es muy complicado de explicar. Cogía la frase con mimo, spolaba para que se secara, la doblaba como si fuera un avion de papel y la lanzaba de vuelta a su descuidado creador:

- Mira. Si me dejas no me voy a tirar al río... pero igual sí que me voy a tirar a tu hermana...

El chico abría los ojos sorprendido por haberse atrevido a decir algo así y se sentía crecer. Marco acallaba una risita. La chica palidecía. Pronto la trifulca volvería, pero ya más igualada. Y Sampietro se iría a pasear por algún lado, siempre pescando palabras, sin pedir a cambio más que el placer de haber tenido los pensamientos de otros entre sus frágiles dedos.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Teenage Fanclub - Sparky's dream

A veces me asusta mi hipersociabilidad. Llegar a un sitio nuevo con gente nueva y ser inmediatamente de los cabecillas, de los de la frase precisa en el momento preciso, de los que hablan y la gente se queda escuchando. Yo no solía ser así. Yo solía ser callado, melancólico e incluso algo amargo, aunque supongo que todo eso se fue con la adolescencia. Porque ahora, incluso cuando estoy abatido, mi mirada es muy distinta. Podría ser la famosa madurez o simplemente que, como le decía a mi amigo Sandrino el otro día, "Biyu cuando está alegre es muy atractivo".

Últimamente pienso con el corazón, que mira que es difícil, y saco conclusiones que me aterran. No solamente no estoy enamorado sino que durante la noche llego a pensar que nunca lo he estado. Qué capacidad tiene el presente para deformar el pasado. Será mejor que vuelva a pensar con la cabeza y use el corazón para lo suyo, a ver si aún funciona.

Qué bonito que es el trailer de Episodio III. Ya lo he visto diez veces o así, incluso frame a frame. Oye, cada uno tiene los gustos que quiere, ¿no? Al menos nunca me he sabido las alineaciones de todos los equipos de primera división.

Sigo buscando el VHS de Cosas que nunca te dije. Necesito volver a ver esa película, que el tiempo ya comienza a borrarla del rinconcito cálido de mi cabeza.

Últimamente me cuesta centrarme y leer. No sé por qué, con lo ávidamente lector que siempre he sido. Cuando se lo conté a mis amigos bromearon preguntando si eso significaba que ahora me conformo con un libro cada dos semanas. Y qué va, si prácticamente no leo. Otros lectores me han comentado que leyendo tambien uno se quema, que despues de veinte años de lector me merezco un pequeño descanso. Espero que sólo sea eso.

¿Dónde te has metido, Gansete? ¿Eh?

Bush gana. Fatality.

Gracias al gran Sloe T por este link: the laugh.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Joaquín Sabina y Viceversa - Calle Melancolía

"¿Te das cuenta de lo que acabas de hacer?", me dices. Me maullas, más bien. No te miro a la cara, pero sé que tu ceja derecha estará alzada, como si hubieras quitado el seguro de tu pistola. Clic. O como si hubieses levantado el banderín de salida de tus cientos de caballos. Y como siempre sé que me pondré nervioso en escasos segundos. Y quiero pedir perdón, aunque inmediatamente despues me pregunte a mí mismo si soy tonto.

Desde que te expliqué todo el significado de la palabra decadente la usas constantemente. Pero ahora te has convertido en su expresión viviente y pulsante. Pulsante y reptante.

Noto cómo el escaso vello del dorso de tu mano se entrelaza con el vello de mi antebrazo. Estática. Respiración entrecortada. Intento hacer un chiste sobre velcro pero sólo me salen sobre tornillos y tuercas. Y dejo de oir por un oído, y sé por qué ocurre. Y allá vamos otra vez.

No veo más que un velo rojo. No escucho más que ruido blanco. Me muevo sin pensar. Te muerdo. Me arañas. Prometes sorprenderme y como siempre lo logras. Me llevas de la mano a jugar al bosque. Y pierdo la orientación, pierdo el sentido, pierdo la cabeza, pierdo el decoro, pierdo el aliento. El aliento, el aliento, el aliento. Te fumas mis tabúes y apagas la colilla en mi lengua. Y de repente me miras fíjamente, Caperucita maligna, y me dices con voz de niña enfadada: "Tú no me quieres". Y yo me río con mi risa de viejo. No, no te quiero. No te quiero. Notequiero. Notequieronotequieronotequiero. Tú a mí tampoco, y por ello nuestro amor es lo más puro y sincero que jamás pueda imaginar nadie. O que jamás podamos imaginar ninguno de los dos. O que no podamos imaginar ninguno de nosotros hasta la semana que viene. Qué más da.

Los cuentos de hadas siempre fueron un poco decadentes, con sus castillos celebrando sus bailes. Con sus princesas llorando a sus príncipes. Y con el sastrecillo valiente y la zapatera remendona prendiéndole fuego a cuatro metros cuadrados de tela.

Hoy me siento...
Hoy suena a... Placebo - Every you every me

Todas las mañanas me levanto con Carlos Herrera en Onda Cero, sólo porque si no despues no me acuerdo de cambiar el dial, y mira que me duele, ¿eh?, a pesar de que el Herrera me gusta y me cae bien. Yo, que en mi vida he oído otra cosa más que M-80 y la SER. Ni Los 40 Criminales, ni Cadena Gitanal ni ninguna otra cosa rara.

La SER la escucho sobre todo por ese gran Iñaki Gabilondo, el de la agria polémica, ya sabeis, que sigue siendo el peso pesado que siempre ha sido. Y la M-80, pues que voy a decir. De niño escuchaba Radio Minuto y Radio 80 Serie Oro, y su hija por pura lógica acabó siendo mi cadena de referencia. Por la música y por sus programas. Salir de casa con las novedades de Plásticos y decibelios, ver venir la tarde con el susurro del Vuelo 605, llegar a casa con la calidez de La Gramola y -ay- desayunarse con nada y más y nada menos que Gomaespuma.

¿Qué culpa tengo yo de que el duo Corchopán se haya mudado de cadena y haya cambiado los chistes de Polanco por los de Lara? Yo, que soy sobre todas las cosas soy gomaespumero de pro, que me aprendí de memoria la retahila de Marcos Granado, Yolanda Ariza..., que guardo como oro en paño la entrada del día que finalmente pude ir a verlos en directo, que mandé primicias primiciosas a ver si me las leían, que estuve a punto de cambiarme legalmente el nombre por el de Armando Adistancia... ¿¿Qué podía hacer??

Lo confieso: por un puñado de narices buenas bonitas he traicionado al 98.6 de mi dial y me he pasado a la cadena de Telefónica. Qué ruines somos algunos...

Hoy me siento...
Hoy suena a... The Velvet Underground - Venus in furs

- ...Y es en momentos así en los que me pregunto de qué sirve seguir en este mundo. ¿Para qué? ¿Sabes lo que digo, no?
- Joder, tío... Si piensas así es que algo falla, ¿eh? No, no me mires así. Si no eres capaz de encontrar ni siquiera una razón por la que seguir con vida... es que hay algo dentro de tí desajustado. ¡O igual no, y lo que pasa es que ni siquiera te has molestado en mirar alrededor, ahí, contento con tu angustia vital!
- Dios, ¿ya estamos con tu eterna cantinela de "me han dado muchas hostias pero sigo optimista"?.
- Escúuuuchame...
- No, no, espera. Dime, ¿cuál es tu razón para seguir viviendo?
- Joder... Hmmmm... ¿Sabes que me encanta La Guerra de las Galaxias, verdad? Pues el año que viene estrenan la última y me jodería perdérmela. Ni te imaginas cuánto.
- Anda. No me digas que esa es tu razón para...
- No. Pero es una razón, una de mil. Vale, lo he pensado poco... Mi razón principal es la gente que dejaría de conocer si muriera.
- Bah. Esa no es...
- ¿Qué esperabas? ¿Una gran razón poderosa y portentosa para seguir con vida? No la busques. No la hay. La gente que dice eso se engaña a sí misma. "Sigo adelante por mis hijos". Para tus hijos eres una conveniencia, no algo imprescindible; si mañana tus intestinos se desparramaran por la calle los niños lo pasarían mal, pero seguirían adelante.
- Salvaje...
- Ya, pero me entiendes. Y me entiendes perfectamente, ¡hostia! Deja ya de sobreanalizarlo todo, maldita sea. Deja de teorizar sobre el sentido de la vida y de dibujar gráficos dolor/placer dentro de tu cabeza. ¿El sentido? No lo hay. A la mierda todos los místicos del pasado. No hay valle de lágrimas, ni ciclo de reencarnaciones, ni gran perrera del cielo. Y aunque los hubiera, joder, ¡todos ellas están tras la muerte! Tampoco hay un gran destino, ni una mujer de tu vida ni un objetivo que pueda tener Dios de tí ni una recompensa al final del trayecto. ¿Qué sentido quieres que tenga la vida...?
- ¿...excepto la vida?
- Bingo.
- ...
- ...
- Calla y bebe...

Dream on

Hoy me siento...
Hoy suena a... La Cabra Mecánica - Agua